La imposible historia de la televisión
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La Mirada de Telemo; No. 2 (2009): AbrilAbstract
Nadie puede asegurar que fuera cierto, pero una de las cosas que se dijeron en los primeros tiempos de la televisión en Lima es que mucha gente se había dado cuenta que necesitaba anteojos para observar el nuevo objeto. Las ventas de los establecimientos ópticos registraron ese descubrimiento que hicieron muchas personas sobre su propia vista. El ojo se convertía en algo más importante, si cabe. Aunque mínimo, ese fragmento de información parece revelador de los tiempos que comenzaban a correr, y que desde entonces no se han detenido: no solo cambiaba lo observado, también estaba cambiando el observador. Los anteojos eran un objeto material en una serie infinita de cambios y novedades psicológicas, políticas, cognoscitivas, culturales, e incluso físicas, si se considera el triángulo obesidad, sedentarismo, televisión. Nadie puede asegurar que fuera cierto, pero una de las cosas que se dijeron en los primeros tiempos de la televisión en Lima es que mucha gente se había dado cuenta que necesitaba anteojos para observar el nuevo objeto. Las ventas de los establecimientos ópticos registraron ese descubrimiento que hicieron muchas personas sobre su propia vista. El ojo se convertía en algo más importante, si cabe. Aunque mínimo, ese fragmento de información parece revelador de los tiempos que comenzaban a correr, y que desde entonces no se han detenido: no solo cambiaba lo observado, también estaba cambiando el observador. Los anteojos eran un objeto material en una serie infinita de cambios y novedades psicológicas, políticas, cognoscitivas, culturales, e incluso físicas, si se considera el triángulo obesidad, sedentarismo, televisión.