(Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 2019-12-10) Reindel, Markus; Isla, Johny
Desde los primeros años de investigación, los paracas y nasca han sido consideradas como dos de las formaciones sociales más representativas de la costa sur peruana. Solo en las últimas fases del desarrollo Nasca se ha observado claros contactos con culturas de la sierra, especialmente con el estilo de cerámica característico del estado Wari que surgió cerca de la actual ciudad de Ayacucho, durante el Horizonte Medio. Sin embargo, trabajos de campo realizados en los últimos años en las cabeceras de los valles de Palpa, han puesto al descubierto numerosas evidencias de la ocupación Paracas y Nasca en la sierra. Estas nuevas evidencias nos obligan a reconsiderar conceptos tradicionales sobre los patrones de asentamiento y las estructuras socioeconómicas de los paracas y los nasca, incluyendo la época de transición entre ellas. Desde el 2006 los miembros del Proyecto Arqueológico Palpa-Lucanas han realizado intensos trabajos de campo en la parte norte de la cuenca del río Grande, especialmente en la parte alta de los valles de Palpa y Viscas. El registro de los asentamientos alcanzó hasta los puntos más altos de la vertiente occidental de los Andes, hasta una altura de 4300 metros sobre el nivel del mar. De este modo, el inventario de sitios arqueológicos en la vertiente occidental de los Andes, incluyendo aquellos de la costa, la yunga y la sierra, comprende ahora cerca de 1500 sitios pertenecientes a casi todos los períodos de tiempo. En este artículo presentamos los resultados de nuestras investigaciones en la sierra, poniendo énfasis en aquellos relacionados con los paracas y nasca, y en especial en la época de transición entre ambas, la cual muestra fuertes vínculos con la tradición Topará. Datos procedentes de las excavaciones en los sitios de Cutamalla y Huayuncalla aportan datos estratigráficos relevantes para el tema que se expone aquí.
(Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 2019-12-09) Peters, Ann H.
Para reevaluar la contribución del complejo mortuorio Paracas Necrópolis a la comprensión de la transición Paracas- Nasca, se traza la distribución de artefactos textiles y no textiles en una muestra de contextos relativamente bien documentados. La evidencia procedente de fardos complejos y más simples permite proponer un modelo del orden social, las relaciones de intercambio y los procesos históricos. Sobre la base de la reconstrucción de cada contexto mortuorio, la distribución de los tipos de artefactos, las asociaciones de género y las secuencias de prácticas mortuorias se aporta mejor evidencia para evaluar el rango social y los roles rituales. Los tipos y estilos de artefactos se agrupan de acuerdo a su presencia en los mismos contextos mortuorios para evaluar la cronología Paracas-Nasca de la escuela de Berkeley y las correlaciones de Dwyer y Paul para los textiles de Paracas Necrópolis. Tener en cuenta la agencia de quienes atendieron a los muertos, los productores y usuarios de los objetos presentes y sus relaciones de intercambio es esencial para caracterizar las tradiciones de cultura material y los procesos históricos de interacción en un mundo social complejo.
(Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 2019-12-10) Isla Cuadrado, Johny; Reindel, Markus
Las evidencias arqueológicas documentadas en los valles de Palpa indican que al final del Formativo, en un lapso de tiempo comprendido entre el final del desarrollo Paracas y el inicio de Nasca, hubo un período de transición en donde ocurrieron cambios importantes en el proceso sociocultural que afectaron los aparentes lazos de continuidad entre ambas formaciones sociales. Este lapso de tiempo, conocido como Proto-Nasca o Nasca Inicial en la cuenca del río Grande, está relacionado con la repentina aparición de elementos asociados a Topará, un grupo social que parece haber ejercido el control político y religioso de la costa sur al final del Período Formativo, configurando un nuevo escenario en el que se conjugaron rasgos típicos de los paracas y los nasca. En este sentido, la discusión se enfoca en las implicancias que tuvo Topará en este proceso de transición, en el cual, al parecer, solamente los denominados textiles «Paracas» de la fase Necrópolis representan los lazos de continuidad entre ambas formaciones sociales. Esta continuidad evidentemente tuvo un fuerte trasfondo ideológico y religioso. En este manuscrito se expondrán las evidencias arqueológicas —patrones de asentamiento, geoglifos, petroglifos, cerámica, etc.—, que configuraron este nuevo escenario en los valles de Palpa, en base a las cuales se discutirán las características que tuvo la transición Paracas-Nasca en la cuenca del río Grande y sus implicancias en el contexto regional.
(Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 2019-12-10) Velarde, María Inés; Castro de la Mata, Pamela
El desarrollo de la metalurgia en los Andes del sur tuvo una dinámica muy diferente a la de sus contemporáneos en el norte. Los hallazgos más tempranos de artefactos de metal se ubican en el Horizonte Temprano con Paracas, caracterizado por el uso de oro trabajado en láminas con diseños y formas simples. Luego, los nasca continuaron con el uso predominante del oro y una tecnología casi inalterada basado en el manejo de técnicas simples de manufactura con repujados sencillos en su decoración, y la elaboración de formas tridimensionales. A través del estudio y recopilación de información de los metales procedentes del sitio de Ocucaje y el cementerio de Wari Kayan se han identificado las continuidades tecnológicas y las discontinuidades tipológicas a través del tiempo, durante la transición Paracas Nasca.
(Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 2019-12-09) Tinteroff, Vanessa
Alrededor de 550 vasijas fueron exhumadas por Julio César Tello y su equipo del cementerio de Necrópolis, península de Paracas, Perú, entre 1927 y 1930. Habían sido depositadas al lado, generalmente norte, de 250 de los 429 fardos funerarios, solas o en conjunto de dos o tres, a veces envueltas en un tejido. Por comparaciones con materiales cerámicos procedentes de los valles de Chincha, Pisco, Ica y Nazca, esas vasijas fueron atribuidas en el pasado, y de manera indiferenciada, a las tradiciones alfareras Topará (Jahuay y Chongos), Paracas Tardío (Ocucaje 10) y Nasca Inicial (Nasca 1). Sin embargo, esa colección de cerámica es ampliamente desconocida y nunca fue estudiada en su totalidad, o parcialmente, según una metodología adecuada que integre su contexto arqueológico, su análisis y su clasificación tecnológicamorfológica. Tal estudio, del cual se propone en este ensayo los primeros resultados, ofrece una oportunidad única de determinar el rol de los recipientes de cerámica en los rituales funerarios y las relaciones existentes entre las poblaciones Paracas, Nasca y Topará entre 200 a.C. y 200 d.C., a partir de la determinación de las producciones alfareras, de su procedencia y de sus redes de difusión.