Gramáticas espectrales. Entre Wittgenstein, Deleuze y Derrida

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Fecha

2016-12-01

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Pontificia Universidad Católica del Perú. Instituto Riva-Agüero

Resumen

“Wittgenstein’s Ghosts. Between Deleuze and Derrida”. Both Derrida and Deleuze agree that with the advent of the moving image and the art of film, we need to articulate a new ontology or –in Wittgenstein’s terms–, a new grammar. Derrida suggests this much when he reflects on what he calls the return of ghosts, which he attributes to the advent of film and the communications media; Deleuze does the same in his studies of film, and in particular in what he calls the time-image. They both carve a grammatical space where room is opened for us to talk about an experience that fuses, paradoxically, problematically, the real and the virtual. Wittgenstein is tracing this grammar in his discussions on inner experience and in his observations about the phenomenon of aspect-seeing. Articulating a new grammar requires also a new way of seeing and this new seeing is the purpose of his methods; “clairvoyant” methods we can call them, following Deleuze’s term for what the time image propitiates in the viewer, in that they allow us to see beyond things to their aspects, beyond substances to processes; in other words, they train us to think in moving time. Philosophy is thus always a work of mourning and a commerce with ghosts. What this means is that Wittgenstein is –as Derrida and Deleuze are too–, what we might call a philosopher of becoming.
Tanto Derrida como Deleuze concuerdan en que con el advenimiento de la imagen en movimiento y el arte del cine, necesitamos articular una nueva ontología o –en palabras de Wittgenstein–, una nueva gramática. Derrida sugiere por lo menos esto, cuando reflexiona sobre lo que llama el retorno de los fantasmas, que él atribuye al advenimiento del cine y de los medios de la comunicación. Deleuze hace lo mismo en sus estudios de cine, y en particular en lo que llama la imagen-tiempo. Ambos tallan un espacio gramatical donde se abre un lugar para poder hablar de una experiencia que funde, paradójica, y problemáticamente lo real y lo virtual. Wittgenstein está rastreando esta gramática en sus discusiones sobre la experiencia interna y en sus observaciones sobre el fenómeno de ver aspectos. Articular una nueva gramática requiere también de una nueva forma de ver y esta nueva visión es el propósito desus métodos; métodos “clarividentes” podríamos llamarlos, siguiendo a Deleuzecuando describe lo que la imagen-tiempo propicia en el espectador, en la medida en que nos permite ver más allá de las cosas a sus aspectos, más allá de las substancias a los procesos. En otras palabras nos entrenan a pensar en la imagen en movimiento. La filosofía es por lo tanto siempre una labor de duelo y un comercio con fantasmas. Lo que esto significa es que Wittgenstein es –como Derrida y Deleuze lo son también– un filósofo del devenir 

Descripción

Palabras clave

Wittgenstein, Deleuze, Derrida, Cavell, Cine

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