¿Religiones del amor? Reflexiones sobre religión y violencia en las grandes religiones monoteístas
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Fuente
Areté; Vol. 17, Núm. 2 (2005)Abstract
The great monotheistic religions –Judaism, Christianity, and Islam– agree in announcing God’s love for men, while demanding men’s love for God and for their neighbors. However, a brief look at these religions’ praxis leads to doubt whether this love is not a mere statement, while in history and at present were and are still imposed exclusive truth claims exercising violence against the adepts of the own religion (internally”) and, in especial, against the followers of other religions (externally”) in order to attain political power. Now, a distinction between the just sovereign power of God and detrimental violence should be made, asides from the fact that God’s sovereign power and God’s concept is not the same in the three great monotheistic religions. In Judaism God governs with love and as king, in Christianity with love and as servant, in Islam with love and majesty. Nevertheless, sovereign power is exclusive of God and detrimental violence is never desired among men. Only thus is power constitutive of religion’s inner nature, but not of the relation between religions or of religions with the world: There is no coercion in religion”. Las grandes religiones monoteístas –Judaísmo, Cristianismo e Islam– coinciden en anunciar el amor de Dios a los hombres, y reclaman el amor de los hombres a Dios y al prójimo. Sin embargo, una breve mirada a la praxis de estas religiones hace dudar de si este amor no es una mera afirmación, mientras que en la historia y en el presente se impusieron y se imponen las pretensiones exclusivas de verdad mediante el ejercicio de la violencia en contra de los adeptos de la propia religión (internamente”) y, en especial, en contra de los seguidores de otras religiones (externamente”) para así alcanzar el poder político. Ahora bien, hay que distinguir entre el justo poder soberano de Dios y la violencia lesiva, además de que el poder soberano de Dios, al igual que el concepto de Dios, no es el mismo en las tres grandes religiones monoteístas. En el Judaísmo domina Dios con amor y como rey; en el Cristianismo, con amor y como servidor; en el Islam, con amor y majestad. Aunque siempre el poder soberano es exclusivo de Dios y nunca se desea la violencia lesiva entre los hombres. Solo así el poder es constitutivo de la naturaleza interna de la religión, mas no de la relación entre las religiones o de las religiones con el mundo: No hay coacción en la religión”.