(Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 2002) Valdez Arroyo, Flor de María
Entre las funestas consecuencias de los ataques terroristas del pasado 11 de setiembre en Nueva York y Washington, y de la posterior respuesta militar de Estados Unidos y Gran Bretaña en contra de Afganistán, ejecutada desde el 7 de octubre último, se encuentra el desplazamiento masivo de miles de residentes de Kabul, Kandahar, Mazar-i-Sharify otras ciudades principales de este país hacia las fronteras, especialmente con Pakistán e Irán, a fin de encontrar un lugar más seguro dónde estar a salvo. Así, el problema de los refugiados y desplazados internos en Afganistán cobra otra vez notoria vigencia. Lamentablemente, en los últimos veinte años, este Estado ha sido conocido no solo por su pobreza extrema, por la guerra que libró contra la Unión Soviética para combatir la invasión de la que fue objeto, por conflictos armados inter-nos o por el régimen talibán que regía los destinos de esta nación desde 1996, sino también por los millones de ciudadanos que, huyendo de tan tristes y riesgosas circuns-tancias, se encuentran dispersados por el mundo en calidad de refugiados.