En la cojera de todo poder está la grandeza del humorista: entrevista a Alfredo Bryce Echenique
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Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial
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Resumen
No le gustaría morirse sin tener un perro. De preferencia, un boxer. Hubo una época terrible en que Alfredo Bryce soñaba con alquilar el cuarto de un hospital, un refugio donde poder escribir y recibir en paz a los amigos que no le hicieran tanto daño como el éxito que empezó a acosarlo desde que pariera Un mundo para Julius. Desde entonces, por un extraño destino, sus libros también curan depresiones y desengaños, devuelven las ganas de vivir y desaparecen de las librerías como objetos de culto a la fidelidad literaria. Y Bryce no soporta a los vanidosos, pero tampoco soporta su propia timidez, casi obscena, y visible en esa tembladera de manos que se apoderaba del escritor en cada conferencia de prensa o fiesta de ricos, esa misma timidez que hasta hace algunos años lo obligaba a maniatarse con alcohol para presentarse en sociedad como un tipo exótico, charlatán y encantador, en el fondo un showman apoyado en una botella. Pero no hay mal que dure cien años. Después de más de tres décadas en Europa, en casas liliputienses donde un perro se hubiera sentido prisionero, ha vuelto a su país. Y sabe que el día que entre un perro a su casa de Lima será la prueba definitiva de que ha vuelto a esta tierra para quedarse.
Descripción
Páginas [643]-655
Palabras clave
Bryce Echenique, Alfredo, 1939---Entrevistas
Citación
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