¿Democracia contra partidos? Desinstitucionalización del sistema de partidos en Colombia
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Fuente
Politai; Vol. 4 Núm. 7(2013): Partidos Políticos y Sistemas de PartidosAbstract
This article argues that in Colombia, decentralization and electoral reforms adopted in the late 1980s and in the 1991 Constitution – designed to improve democratic quality – brought about a gradual deinstitutionalization of this country’s traditional party system as an unintended consequence. Building upon resource-based theories of party configuration, we contend that in developing countries, where resources are usually crucial for party aggregation, democratizing reforms designed to distribute power and resources in the political system can reduce local candidates’ incentives to join and remain loyal to political parties, particularly when those parties’ reputations are weak. In Colombia, these reforms (i) reduced the power of intermediate-level party leaders over the distribution of selective incentives, making these leaders less important for local politicians, and (ii) gave more political and financial autonomy to local candidates, reducing their need to join parties in order to advance their electoral goals. As a result, party cohesion and discipline become difficult to maintain, and the party system gradually deinstitutionalizes. Este trabajo argumenta que las reformas descentralizadoras y electorales adoptadas a fines de los años ochenta y en la Constitución de 1991 en Colombia – diseñadas para mejorar la calidad democrática – provocaron, como consecuencia no esperada, una desinstitucionalización gradual del sistema de partidos tradicional de este país. Basándonos en teorías que resaltan el efecto de los recursos sobre la configuración partidaria, argumentamos que en países en vías de desarrollo, donde los recursos suelen ser cruciales para la agregación partidaria, reformas «democratizadoras» diseñadas para distribuir poder y recursos en el sistema político pueden reducir los incentivos de los candidatos locales para unirse y permanecer leales a los partidos políticos, particularmente cuando la reputación de estos últimos es débil. En Colombia, estas reformas(i) redujeron el poder de los líderes de nivel intermedio de los partidos sobre la distribución de incentivos selectivos, lo que los volvió menos importantes para los políticos locales, y (ii) dio más autonomía política y financiera a los candidatos locales, lo cual redujo su necesidad de afiliarse a partidos a fin de alcanzar sus objetivos electorales. Como resultado, la cohesión y disciplina partidaria se hicieron más difíciles de mantener y el sistema de partidos se desinstitucionalizó gradualmente.