Disparidades regionales y modelo de desarrollo
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Fuente
Politai; Vol. 1 Núm. 1(2010): Descentralización y Gobiernos SubnacionalesAbstract
Basta realizar un recorrido por la historia republicana del Perú para visualizar que no han sido pocos y diversos los intentos de establecer demarcaciones territoriales que hicieran posible configurar nuevas formas de relaciones de poder, no sólo de carácter político, sino también, y principalmente, económico entre Lima y el resto del país. Aunque todos aquellos intentos estuvieron acompañados de un discurso descentralista, en la práctica no pasaron de ser sino la aplicación de procesos de desconcentración de funciones administrativas, que terminaron por ser fallidos las más de las veces.Es un hecho que, si no todos, en su mayoría, los intentos realizados en el país por descentralizar la función pública no han logrado el objetivo de haber creado las condiciones para una trasformación de la estructura económica, social y política que permitiera, en el largo plazo, alcanzar niveles elevados de desarrollo humano. Esos intentos, más bien, han contribuido a acentuar las inequidades –es decir, disparidades regionales– que con el tiempo han derivado y derivan en nuevos y mayores espacios de conflictos. En el marco de lo señalado, en este ensayo se parte de la hipótesis de que esas inequidades o disparidades regionales no surgen del azar, sino que están relacionadas a un determinado modelo de desarrollo que las produce. De ahí que el recorrido se inicie con la presentación de algunos indicadores que muestran, como tema central, la paradoja entre el crecimiento y la distribución (del bienestar para todos y todas), es decir, en cómo las regiones se ven afectadas por la aplicación de políticas enmarcadas en dicho modelo. Con esta base empírica, se continúa con unos comentarios sobre lo que han significado las políticas de descentralización en el país, esto es, en qué se tradujeron en el marco de las relaciones entre Lima y el resto de regiones del país. Luego, se desarrollan algunos aspectos relativos a la base conceptual y la racionalidad que sustenta los modelos de desarrollo, como manera de explicar su razón de ser en el contexto de la realidad. Para terminar, se reflexiona sobre las posibilidades de superar las disparidades regionales desde la óptica de un modelo de desarrollo alternativo a aquel que pretende hacerse dominante y exclusivo.