Abstract
Una pregunta que siempre me acampano se refería
al origen de la entrega de los Frailes Dominicos al
servicio del pobre autóctono de estas tierras desde el
sermón profético de Antonio de Montesinos, a través
del ardor vehemente de Bartolomé de las Casas, de las
relecturas teológicas de Francisco de Vitoria y de Bartolomé
Carranza, de la predicación de Domingo de
Santo Tomás y de sus compañeros en los Andes del
Perú y d€ las normas pastorales de Jerónimo de
Loayza y de Pedro de Peña.