Por el bien de las humanidades : lectura, libertad, conocimiento, verdad, justicia y el lugar de las humanidades
Fuente
El conflicto de las facultades : sobre la universidad y el sentido de las humanidadesAbstract
Hace aproximadamente 2.300 años, el dramaturgo griego Menandro (342-291 a.e.c.) discutía la importancia de la lectura y el propósito de la educación: «Aquellos que saben leer ven el doble de bien». Él tenía razón: es indudable que una visión amplia y una percepción profunda —u horizontes amplios y una comprensión profunda— nos ayudan a lidiar con las complejidades de la condición humana y a librarnos de las cadenas de los estereotipos que oscurecen el pensamiento libre. Una visión y una percepción tales dependen de una lectura que ilumine lo concreto con la luz de lo abstracto, coloque la simplicidad del presente en el contexto del pasado complejo, ofrezca una reflexión profunda acerca de la vida humana, libere a las personas de los límites azarosos y arbitrarios dentro de los cuales ellas han nacido, y las transporte a mundos numerosos y diversos que nunca antes hayan visitado. Leer, quizá más que ninguna otra actividad humana, enseña a las personas a reconocer la brecha entre la realidad y lo que es deseable; a expandir las fronteras de lo obvio y a modificar axiomas fundamentales. Crea oportunidades para nuevas intuiciones acerca del contexto y las causas, las razones y los significados, la crítica y la moralidad, la sabiduría, la resistencia, la conciencia y la responsabilidad. Proporciona encuentros fascinantes entre los infinitos reinos del espíritu humano y la diversidad de la mente y el razonamiento humanos, con todas las inesperadas manifestaciones que pueden encontrarse bajo la superficie de experiencias sociales y culturales ostensiblemente familiares.
Descripción
Páginas 359-389