Celebrando el cuerpo de Dios
Abstract
Cada año entre mayo y junio, los católicos pasean en la ciudad el cuerpo mismo de su Dios. Hay en esta celebración de la Eucaristía, día de la fiesta de Dios, una desmesura· que provoca a la vez estupor, terror y admiración. Lo primero por encerrar la · convicción de llevar en el pequeño disco blanco de la Custodia la totalidad del mundo y a la vez la totalidad de lo divino; lo segundo por ser la consumación sacrificial y festiva del cuerpo vivo de Dios e invitación turbadora a la fusión íntima entre la carne del hombre y la de su creador; y lo tercero por la audacia de aquellos que han inventado una ceremonia para festejar sus excesos. En España el Corpus Christi es celebrado con la generosidad y los desbordes de la cultura latina. En América, los antiguos cultos indígenas encuentran refugio en lo abstracto de esta celebración y en una procesión que no hace referencia a ningún episodio de la vida de Cristo. Así, la fiesta de Dios, que reune el conjunto del cuerpo de la Iglesia en la unidad misteriosa del Santo Sacramento, acoge paradójicamente rastros a veces culturales y a menudo idolátricos del Nuevo Mundo y del Antiguo. Es pues la riqueza y diversidad de estas celebraciones lo que este libro expone mediante análisis históricos y etnológicos de un ritual que toma, de un extremo al otro, aspectos familiares y detalles exóticos.