< Chanchán> y su trampa ortográfica: ni mochica ni quingnam sino quechumara
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Lexis; Vol. 44 Núm. 1 (2020)Abstract
El dígrafo latino ch, empleado en la ortografía del castellano antiguo en la notación de las palabras de origen griego, mantuvo su vigencia, en el castellano moderno, hasta mediados del siglo XVII. No debe extrañar entonces que se lo haya usado con valor de /k/, esporádicamente, en el registro de voces de origen americano, particularmente en el de la toponimia andina. En estos casos, su interpretación con valor de /k/ no ha presentado mayores problemas, desde el momento en que la escritura de los topónimos involucrados venía respaldada por la pronunciación de estos, verificable en la lengua de origen. Sin embargo, cuando el topónimo dejaba de contar con dicho respaldo, por registrarse en territorio ajeno al de la lengua de origen, estaba proclive a ser distorsionado, en forma y significado, por interpretársele como designación local, peor aun en contextos desprovistos de suficiente información lingüística. En tales casos, los topónimos registrados con <ch> resultaban ambiguos en su interpretación fónica, ya que podían leerse, como en castellano, con valor de /č/; o, al igual que en latín, con valor de /k/, tal como lo temía Nebrija, según se puede ver en nuestro epígrafe. De esta manera, la lectura errática de la grafía mencionada no hacía sino contribuir con el oscurecimiento etimológico del nombre. Pues bien, en la presente nota, demostraremos que esto es precisamente lo que pasó con el conocido topónimo <Chanchán> de la costa norte peruana. The Latin digraph ch, used in the spelling of Old Castilian in the notation of words of Greek origin, remained in force in modern Castilian until the middle of the 17th century. It should not be surprising then that it has been used with a value of /k/, sporadically, to record voices of American origin, particularly in the Andean toponymy. In these cases, its /k/ value interpretation has presented no major problems, since the writing of the place names involved was supported by their pronunciation, verifiable in the language of origin. However, when the place name ceased to have such support, because it was registered in a territory other than that of the language of origin, it was prone to being distorted in form and meaning, because it was interpreted as a local designation. This situation became even worse in contexts devoid of sufficient linguistic information. In such cases, the place names registered <ch> with were ambiguous in their phonic interpretation, since they could be read as in Spanish, with a value of /č/, or as in Latin, with a value of /k/, such as Nebrija feared, as can be seen in our quotation. In this way, the erratic reading of the mentioned spelling only contributed to the etymological obscuring of the name. In this note, we will demonstrate that this is precisely what happened with the well-known Peruvian northern coast place name, <Chanchán>.