La Educación Financiera como instrumento para el ejercicio de la Ciudadanía para jóvenes limeños de 24 a 35 años
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Abstract
En el 2010 el Estado Peruano, ejerciendo su función protectora, puso en vigencia
el Código de Defensa del Consumidor. Un esfuerzo orientado a reducir la
asimetría informativa entre las empresas y los ciudadanos. Sin embargo, el
ejercicio pleno del derecho a la educación financiera va más allá. Implica una
política social cuya prioridad sea una justa redistribución de oportunidades en
temas básicos como inclusión social, salud, educación, etc…
La inclusión financiera es un complemento de los temas básicos, que como el
resto de derechos fundamentales es una de las dimensiones que contribuye al
ejercicio pleno de la ciudadanía. De nada sirve acceder “democráticamente” a
un cumulo de conocimiento, sin las condiciones para desarrollar capacidades en
igualdad de condiciones. En ese sentido, mostraremos en nuestra investigación
en qué nivel de maduración se encuentra hoy el entendimiento de los jóvenes
limeños de 24 a 35 años del derecho a la educación financiera.
Las prácticas económicas en el Perú promueven el consumismo financiero. Los
peruanos laboralmente activos buscan mejorar su nivel de vida en el corto plazo,
mientras que los bancos incrementan su oferta (sin información clara y suficiente)
y sus utilidades, ¿y el Estado? Por décadas ha tenido una posición de defensa
de los intereses de los grupos de poder. Veremos si hoy pueden considerarse
garante y regulador efectivo de los intereses del colectivo de ciudadanos.
Para nuestro análisis tendremos tres actores principales: El Estado, las
empresas y el ciudadano. Si en los tres niveles no se toman decisiones que
generen un cambio, poco o nada se mejorará. Analizaremos lo que sucede con
los jóvenes limeños de 24 a 35 años en este escenario. Además, veremos cuál
es el enfoque y acciones del Estado para atender sus demandas, y cuál es la
participación e interés de las empresas (grupos de poder económico y político).
El ejercicio pleno de la ciudadanía requiere que cada una de sus dimensiones
se desarrolle. Una de ellas es la educación, y parte importante de ésta es la
educación financiera. Se requiere un vehículo que contribuya a desarrollar
algunas oportunidades en función del bienestar social. Veremos por qué no se
logra aterrizar en programas y proyectos concretos.
Finalmente, el Perú cuenta con una Comisión Multisectorial de Educación
Financiera, liderada por el Ministerio de Economía; veremos si tiene una
orientación democrática y si realmente puede ser artífice del camino que los
jóvenes necesitan para ser incluidos democráticamente en el sistema financiero
con transparencia, condiciones de equidad y con resultados eficientes para su
desarrollo personal, y más cercanos a ejercer plenamente su ciudadanía.