(Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 2016) Van Buren, Mary
Los arqueólogos actuales tienen la oportunidad de participar en el desarrollo de una antropología histórica (Lightfoot 1995), en la que la investigación arqueológica de la época después de la conquista conecta el pasado prehispánico con el presente. Este trabajo procura contribuir a este tipo de arqueología a través del examen de algunos datos obtenidos por el Proyecto Arqueológico Porco-¬Potosí en Porco, un centro minero ubicado en Bolivia, a 35 kilómetros al suroeste de Potosí. El proyecto tuvo como objetivo principal investigar la organización de la producción de plata bajo los distintos sistemas políticos y económicos que han caracterizado la zona. La minería ha sido importante en Porco desde la época inkaica, cuando se producía plata para adornar el Korikancha en Cusco, hasta el presente, con la extracción de zinc por la empresa internacional Sinchi Wayra y algunas cooperativas. El registro arqueológico en Porco, entonces, puede informarnos sobre las continuidades y cambios en las actividades mineras durante los últimos 500 años. Además de la conquista española, otra ruptura histórica importante ocurrió a finales del siglo XIX, cuando la extracción de plata que empleaba mano de obra forzada fue reemplazada por la minería extranjera del estaño y luego del zinc. A pesar de las diferencias fundamentales entre las dos formas de producción, la prospección y las excavaciones realizadas por el proyecto indican que los dos sistemas fueron caracterizados por el k’aqcheo o «robo» de mineral de alta calidad asociado con la producción de plata a pequeña escala mediante el uso de tecnología como la huayrachina nativa. En contraste con la minería de los Estados Unidos y otros países ricos, el proceso que sigue desarrollándose en Bolivia no es una marcha unilineal hasta la industria «moderna», sino una serie de interacciones complicadas entre empresas y mineros que involucra competencia además de interdependencia.