Al regresar del Perú, desalentada por no recuperar la herencia de su padre Mariano Tristán, Flora Tristán escribió un ensayo dedicado a la suerte de las mujeres obligadas a viajar en un mundo nada acogedor, al que tituló Necesidad de acoger a las extranjeras (1835). Este texto que nunca fue traducido al español, anuncia a la luchadora feminista, apasionada por defender a los parias y predicar el asociacionismo que fue Tristán. El trabajo se acerca a este libro y analiza su contenido en tanto permite entender el pensamiento de Tristán y el contexto de una época. Se afirma que la trayectoria vital de Tristán “fue borrada de la memoria colectiva femenina y masculina a lo largo del siglo XIX, no por la valentía de sus compromisos sino probablemente porque la historia social y la historia cultural fueron escritas y publicitadas por redes intelectuales masculinas”.