(Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 2002) Amaiz, Alfredo R.
Este trabajo discute aquellos casos en los cuales una palabra-n es licenciada en los llamados contextos no-negativos.1 Estos contextos incluyen ciertas configuraciones en las cuales la presencia de la negación no es obvia dado que no se advierte manifestación abierta de ella.
(Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 2002) Cerrón-Palomino, Rodolfo
En la presente nota nos ocuparemos del estudio de tres sufijos recurrentes en la toponimia de los Andes centro-sureños. Tales desinencias, cuya etimología "descubriremos" a partir de la infor-mación toponímica, no han sido estudiadas aún1, ni siquiera por los aficionados de ayer y hoy (que abundan), puesto que, entre otras razones, su identificación a partir de la información lingüísti-ca colonial y moderna resulta poco menos que imposible cuando no se las aborda desde una dimensión diacrónica que tome en cuenta, además, el contacto idiomático, milenario y profundo, entre las dos "lenguas mayores" del antiguo Perú: el quechua y el aimara.2 Una prueba más del carácter arcaico de tales sufijos es el hecho de que no aparecen jamás, que sepamos, adheridos a raíces de origen castellano, como ocurre en cambio cuando los morfemas socorridos por la onomástica son de uso más reciente. Por lo demás, el corpus que manejamos para detectar tales desinencias proviene fundamentalmente de los diccionarios toponímicos clásicos de Paz Soldán (1877) y Stiglich (1922).
(Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 2002) Ferrell Ramírez, Marco
El trabajo que revisamos contiene tres secciones, destinadas a la fonología, la morfología y la sintaxis. A diferencia de la versión de 1983, que dedicaba 48 páginas a la fonología, esta vez sólo trae 4, lo que en parte se explica porque ahora no se ha ocupado in exten-so de la morfofonémica de la lengua, en particular la constitución vocálico-consonántica de las sílabas y la variación que sufren los sufijos en determinados contextos, morfológicamente determinados. En la nueva edición, además de mostrar los vacíos y las indetermi-naciones que caracterizaban a su presentación anterior, queda sin tratar adecuadamente el asunto de la cantidad vocálica: en este punto sigue sosteniendo la autora que la lengua opone vocales nor-males y extracortas {"extra-short"), representadas en su notación por un acento grave, como en chaki 'buscar' versus chaki 'seco', respec-tivamente. Esta correlación tiene lagunas y puntos débiles {por ejemplo: ¿hay junto a la vocal "normal" sólo una "extracorta", o también existe una "corta"?).