Comencé a interesarme por las revoluciones porque veía detrás de ellas una profunda humanidad... Lo que me interesaba era que sacrificaran su vida, su transquilidad, su libertad por su ideología, por los principios que postulaban

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Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial

Resumen

La primera vez que aparece la política en mi mente, o en mi vida, fue muy temprano, tendría yo unos siete o seis años. Un pariente de mi padre se refugió dos veces en mi casa; era aprista, Fernando García Oquendo. Ahí se hablaba y yo, chico, entendía que la policía lo buscaba y después iban a detenerlo y estaba escondido en mi casa porque lo perseguían por político. La idea de la política se asoció con algo que se vinculaba al delito o, en todo caso, a una persecución del poder. Y esa persecución, obviamente, era injusta; por eso era que mi padre lo protegía. Esa es la idea que racionalizo ahora. La política efectivamente está ahí y aparece como algo peligroso, algo que no podía explicarme: por qué perseguían a un hombre que era inocente, que no había hecho otra cosa que hacer política, que meterse con el poder, con el sistema de gobierno.

Descripción

Páginas 33-43

Citación

Acceso al texto completo solo para la Comunidad PUCP

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