El odio a Bernardo Monteagudo como impulsor del primer gobierno autónomo del Perú

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2009

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Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial

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Resumen

Hasta hace un tiempo no se conocía todavía con exactitud cuándo —1785 o 1789— y dónde —Tucumán o Chuquisaca— había nacido2 , y hasta hoy su crimen sigue siendo un misterio. Tampoco puede asegurarse que los restos repatriados a Buenos Aires fuesen de él. Su correspondencia personal se destruyó o extravió; no guardó un solo billete amoroso. Circula un retrato en el que se lo ve con la Orden del Sol en el pecho (figura 1), pero es apócrifo; el mismo pertenece a Bernardo Vera y Pintado patriota rioplatense que peleó en Chile. Uno de sus biógrafos propaló el engaño iconográfico por razones comerciales . Supuestamente, la biografía que en 1942 dedica a Monteagudo el tucumano Lizondo Borda reproduce un retrato que se le hiciera al revolucionario el 22 de agosto de 1822 en Panamá, sin embargo, no hay manera de autentificarlo. La imagen no ha tenido difusión. No obstante estos esquivos, o mejor dicho, gracias a estas ambigüedades, la figura del «prócer» ha sido apropiada de diferentes maneras en los panteones nacionales de Bolivia, Perú, Argentina y Chile. Países que no existían en su época, recordemos, sino que se ofrecían como un único teatro americano, espacio continental, en el que Monteagudo supo dejar su huella revolucionaria en su tan novelesco como «meteórico» recorrido. Como muchos en su época transitó un arco geográfico vastísimo, pero como pocos jugó un papel protagónico, o co-protagónico en ocasiones, en los momentos más candentes en cada punto de su peregrinaje.

Descripción

Páginas 115-146

Palabras clave

Odio--Historia

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