Conjunto residencial Caja de Agua. Del suelo plano del Rímac a los cerros de Lurigancho
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Abstract
En 1984 se construye el Conjunto Habitacional Chabuca Granda, como un esfuerzo
estatal para solucionar el déficit cualitativo de vivienda, producto de la expansión
urbana de Lima. Construido en el distrito del Rímac, este edificio reinterpreta las
tipologías de la arquitectura tradicional limeña, densificándolas y utilizando sus
espacios comunes como exponentes arquitectónicos, lo que promueve un sentido de
pertenencia entre sus habitantes y configura ambientes acogedores para su
interacción.
Sin embargo, su éxito no fue pensado para replicarse al resto de la ciudad,
especialmente en zonas que lo necesitaban. A pocos metros del Rímac, en el barrio
de Caja de Agua en el distrito de San Juan de Lurigancho, la situación era distinta:
este pasó de ser un referente de paisaje, a uno de urbanización luego de recibir a la
población shipibo-coniba de Cantagallo.
No obstante, paralelo a la construcción del Conjunto de Chabuca Granda, el tejido
del barrio se expande informalmente hacia sus laderas sin planificación,
desconectado de su territorio y sin lugar para la vida comunitaria.
Las laderas, conforman el 70% del territorio limeño, sin embargo, albergan solo el
15% de su mancha urbana. Ante ello, surge la pregunta ¿cómo puede el barrio Caja
de Agua convertirse en un modelo de crecimiento urbano tomando como base al
Conjunto Habitacional Chabuca Granda para solucionar el déficit cualitativo actual de
la vivienda en ladera?
El nuevo conjunto residencial se emplaza en la falda del cerro El Observatorio, donde
la ocupación informal se hace más evidente. Así, traslada a sus 115 familias, desde
un territorio de 3.3 hectáreas hacia el proyecto, cuya extensión de 1.3 hectáreas es
capaz de albergar a 150 familias, con espacios para talleres, comedor comunitario y
zonas de aprendizaje e investigación.
A partir del Conjunto Habitacional, se definen 5 estrategias para componer un modelo
urbano en ladera que definirán un borde para la ciudad y permitirá el desarrollo de
vida comunitaria. De esta manera, el proyecto será una vez más un referente de
habitabilidad para Lima, respondiendo a su creciente necesidad de vivienda y suelo.