Curiosidad innata: recomponiendo el paisaje urbano de Quilmaná para un desarrollo sostenible
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Abstract
Hoy, y más con la pandemia, nos hemos dado cuenta de la importancia de la
descentralización y la autosuficiencia de cada comunidad para la supervivencia y
desarrollo. La educación es la base fundamental para cualquier proceso de desarrollo.
Por ello se integran la naturaleza y formación en un solo proyecto que puede ser
replicable en las distintas comunidades de la costa peruana, logrando así mejorar la
salud, bienestar y economía de los peruanos.
Quilmaná es el proyecto piloto de “comunidad comestible”. El urbanismo establece
una solución integral de macro-manzanas; mejorando la relación urbana con el
entorno natural y la integración social, potenciando el carácter innato. Se abre un
nuevo frente de enseñanza a través de la interacción y capacitación de personas
diferentes, siendo un componente de desarrollo individual y colectivo. El proyecto revalora
la agricultura mediante la transformación del paisaje urbano a través de la
inserción de huertos comunitarios productivos, educativos y recreativos en la trama
urbana. El imaginario urbano de la comunidad de Quilmaná se transforma al momento
que los muros ciegos que antes acompañaban las vías hoy son transformados en
vida. Los vacíos se convierten en espacios únicos. Y de esta manera se generan
herramientas para la comunidad, que mejoran la calidad de vida en armonía con la
naturaleza.