Vicente Carducho y la escuela madrileña en América
Fuente
Sobre el Perú : homenaje a José Agustín de la Puente CandamoAbstract
Es habitual referirse a la influencia de España en la pintura americana como un fenómeno limitado al ámbito geográfico de Andalucía. En efecto, desde finales de la cuarta década del siglo XVII la presencia probada de obras de Zurbarán 1 y de lienzos de varios artistas de su círculo que sistematizaron el envío de series pictóricas a ultramar, jugaron un papel preponderante en la formación del barroco pictórico de América (Kinkead 1983: 73). Otras influencias de igual origen llegaron en oleadas sucesivas representadas por artistas de inicios de siglo (1608-1610) como Miguel Güelles y Domingo Caro, autores de la Vida de Santo Domingo del convento limeño; y más adelante con Francisco Varela o Matías Arteaga y Alfaro, cuyos lienzos portaban las renovaciones estilísticas de Roelas, Murillo y Valdés Leal. En cambio, la incidencia de escuelas distintas de la andaluza apenas ha sido reconocida en la importación aislada de pinturas llegadas entre los bienes de autoridades eclesiásticas o gubernamentales, como los lienzos de El Greco, Patricio Cajés y Juan Carreño conducidos al Cuzco por el obispo Mollinedo y Angulo. Por su alto aprecio en la imaginería piadosa, también fue ubicua en América la modalidad del artista extremeño del siglo XVI, Luis de Morales; y por su importancia como retratista real, la del pintor de corte Alonso Sánchez Coello, cuyo hijo se radicó en Lima.
Descripción
Tomo 2. Páginas 1295-1311