Inclusión social, desarrollo humano y gobernabilidad democrática
Fuente
VII Seminario de Reforma del Estado : Inclusión social : enfoques, políticas y gestión pública en el PerúAbstract
Quisiera hacer una reflexión regional sobre América Latina en relación con la inclusión social. Este tema ha ido cambiando en la última década y creo que existe un aspecto interesante de reflexión crítica, que es un punto de inflexión en la manera de mirar dicha etapa. Esta ha sido para los economistas —sobre todo— una década de auge en América Latina, pues se han producido algunos de los avances sociales en pobreza y desigualdad más interesantes del último medio siglo. Sin embargo, queda un sinsabor, así como la sensación de que no todo está dicho, de que tenemos que aprender de los límites de lo ya alcanzado. La narrativa de lo que diré está basada en los países de América Latina, pero he ido colocando algunos ejemplos de Perú que vienen a través de colegas, amigos míos que han trabajado el tema en el área fiscal, empezando por Miguel Jaramillo, quien trabaja en el Perú; y Eduardo Ortiz, de México, que es especialista en temas laborales. Pero en realidad busco centrarme en América Latina, en todos los países del hemisferio, y espero que esto sea de interés para todos. ¿Cuál es la narrativa de esta década y qué es lo que supone aquel «más de lo mismo»? ¿Qué implica esta extraordinaria década de crecimiento económico, de auge, de commodities, de bienes primarios, cambios en las estructuras económicas? La trayectoria, el trasfondo de aquello son desigualdades duras; se trata de un recorrido histórico particular para cada sociedad, un legado histórico distinto en cada lugar. De este modo, las olas demográficas, globales, históricas y el auge de la década generan una huella social que hoy se manifiesta en 51 millones de personas que salieron de la pobreza en los últimos diez años, del año 2002 al año 2012. Pero quedan 177 millones de individuos debajo de la línea de pobreza regional. En América Latina, la cifra de población total alcanza a 590 millones de personas. Entonces tenemos un reto grande, formidable, y queda un núcleo duro por atender. Es interesante empezar a escudriñar, a mirar en detalle quiénes logran beneficiarse de este periodo de auge y quiénes no, y en eso se centrará la atención de los siguientes gráficos.
Descripción
Páginas 113-129