Anna Maccagno, estela luminosa
Fuente
Homenaje a Anna Maccagno : I simposio sobre la escultura peruana del siglo XXAbstract
La voz, circunstancialmente ausente, de Anna Maccagno se deja oír en este aniversario con ritmo vigoroso. Es que los registros civiles se esmeran en su muerte, nosotros la redescubrimos en Pando un día y otro día, en el hervor de los hornos y la terca tersura de los moldes. La gratitud y el cariño impiden que el recuerdo de Anna pueda llamarse olv!do. Es mucho lo sembrado, y hay riego constante y provechoso para asegurar el triunfo de su nombre. Todos acá en Pando sabemos cómo pervive su mirada vigilante en los momentos de la duda o el asombro: su invisible presencia es una constante certeza que nos visita, porque de ella aprendimos que la enseñanza «es un asesoramiento solidario y humano». Y Anna era (y sigue siendo) una hermosa carga de humanidad sincera. Si en Artesse sigue trabajando con el ritmo que ella instauró es porque no dudamos de que en el espíritu de cada uno está lista la semilla, que sólo necesita la hora propicia para germinar. Anna entrenó a los estudiantes a emprender la búsqueda de sí mismos. Descubrirse es rechazar la copia y emprender la búsqueda de su lenguaje y su destino. Si la sabemos cerca de nosotros es porque nos ofreció su amistad como base secreta y conjetural de toda empresa docente.
Descripción
Páginas [77]-78