Vivienda rural en bosque seco comunidades recolectoras de algarroba
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Abstract
El proyecto desarrollado a continuación, presenta una propuesta para la conservación del bosque
seco mediante una nueva dinámica económica que permita un equilibrio entre el ecosistema, los
habitantes y la industria. Esto sería logrado a través de un sistema urbano disperso de comunidades
rurales que se encargarían de la recolección del fruto del Algarrobo.
El bosque seco ecuatorial es un ecosistema que se encuentra en la costa norte del Perú, constituye
la principal formación vegetal natural en la franja costera y su conservación es necesaria debido a
que actúa como ente regulador del desierto, gracias a la principal especie de su flora: el algarrobo, el
cual evita el aumento de la desertificación y permite la vida y el desarrollo de más de 45 mil familias
rurales. Sin embargo, este ecosistema está siendo depredado por sus propios habitantes quienes no
encuentran un valor sustancial en este ecosistema que les garantice una economía estable.
Para lograr su conservación, se propone una nueva dinámica económica a partir de un producto
derivado del fruto del algarrobo: el etanol. Se plantea un nuevo ciclo económico que incluya a
los pobladores en la cadena productiva en la que las comunidades locales se encargarán de la
recolección y selección de la materia prima que posteriormente será transformada mediante la
industria.
El proyecto se emplaza en un lugar estratégico cerca al Río Cajascal en Olmos, donde se ve beneficiado
por la disponibilidad de agua subterránea, densidad forestal y la cercanía a la infraestructura vial
existente.
A nivel territorial el proyecto propone un sistema de ocupación dispersa, debido a que la actividad
de recolección se realiza manualmente y a pie. Además, de esta manera se realizará un adecuado
manejo y control del bosque seco. Y a nivel arquitectónico, las estrategias de diseño se centran en el
análisis de la vivienda local, sus deficiencias y necesidades. Se destacan las costumbres, el modo de
vida, los aspectos climáticos, la escasez de agua y el uso de materiales tradicionales. El proyecto logra
otorgar valor a la vivienda rural, convirtiéndola en la unidad básica esencial del sistema productivo
propuesto, el cual apuesta por una relación equilibrada entre el ecosistema y sus habitantes.