Masculinidades, acción colectiva y feminismo: varones jóvenes de Lima y Santiago frente a las movilizaciones feministas
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Abstract
Esta investigación se llevó a cabo durante el año 2019 en un contexto sociopolítico
en el que los movimientos sociales y en especial el movimiento feminista está en
auge. Así, esta investigación pone como foco a tres colectivos en Lima y Santiago. A través
de entrevistas en profundidad logra dar con el discurso y la reflexión de 8 jóvenes cuyas
edades oscilan entre los 20 y 45 años (solo dos superan los 35 años) para dar cuenta de la
pregunta de investigación: ¿Cómo se configuran los procesos identitarios de varones
jóvenes en la tensión entre su pertenencia a grupos activistas "antipatriarcales" y la
interpelación por parte del movimiento feminista, en Lima y Santiago?
Fue posible analizar el rol de activista y cómo se expresa en la vida cotidiana de los
jóvenes, se indagó en los cambios que ha producido en sus vidas cotidianas el ser parte de
un grupo autoconvocado de varones antipatriarcales, el impacto que tiene en sus familias
y cómo desde el trabajo en estos grupos se plantean una resignificación de sus relaciones
desde el trabajo afectivo. Se identificó que desactivar las violencias desde dentro es la
consigna, la reflexión constante de las propias violencias se vuelve fundamental y encontrar
un grupo con el cual compartir y construir reflexión adquiere real importancia para ellos.
Dentro de los hallazgos de esta investigación aparece como un importante mecanismo de
regulación la interpelación entre varones, que es fundamental para el trabajo entre
hombres, pues apunta justamente a romper con la complicidad masculina encubridora y a
posicionar la crítica de actitudes que no son toleradas por el grupo. La interpelación no se
hace desde lo violento, sino desde el plano afectivo, desde un crecimiento personal y
construcción de grupo.
Se indaga sobre la entrada a los grupos y el click del activismo, desde ahí las
motivaciones para ser parte de un grupo de varones que se están (re)pensando. Parte
importante de los hallazgos se centra en la delimitación simbólica que se genera con otros
varones y la tensión que genera el tema de los compañeros denunciados públicamente
(“funados”/”escracheados”). Desde acá se indaga en la figura del “buen hombre” y cómo
la participación en grupos antipatriarcales les estaría otorgando réditos sociales a estos
varones, el efecto pedestal o “nuevo privilegio” se manifiesta de varias formas, incluso en
las relaciones interpersonales con las mujeres, que los pone en posiciones jerárquicas en
sus círculos sociales cercano.
Finalmente, al indagar sobre una agenda colaborativa con el movimiento
feminista, se plantea que el trabajo antipatriarcal busca despegarse del alero del
movimiento feminista en tanto hacerse cargo de los propios procesos, hay un avance al
buscar resignificar las relaciones homosociales desde otras lógicas vinculares, pero aún
existe un fuerte posicionamiento de las mujeres como las encargadas de mantenerlos en
el camino de lo antipatriarcal.