Entre el amor y la sospecha: la persona como fundamento de la ética según Scheler y Ricoeur
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Abstract
El movimiento fenomenológico fundado por Husserl a inicios del siglo XX, cuya exigencia frente al positivismo de la época se expresaba en un “ir a las cosas mismas” y “salvar al hombre de ser simple hombre de hechos”, encuentra desarrollos distintos en Scheler y Ricoeur, cuyas concepciones de fenomenología pueden ser entendidas como dos herejías husserlianas. Si bien para ninguno la fenomenología era toda la filosofía, la adoptaron en sus concepciones filosóficas entendiéndola o como una actitud o como un método de fundamentación que apela a la experiencia de la evidencia, la cual requiere de una labor de explicitación.
En el marco de sus concepciones de fenomenología, ambos desarrollaron propuestas éticas cuyo fundamento es la persona, la cual es comprendida como una estructura: ya sea, como en el caso de Scheler, una estructura de actos, un ordo amoris, que instancia e individualiza una jerarquía a priori y objetiva del valor, o, como en el caso de Ricoeur, una estructura lingüística ternaria (soi-mêmecomme un autre), que da cuenta de la mediación que instaura, en la subjetividad, la hermenéutica de la sospecha. El lugar protagónico de la persona en sus propuestas y la necesidad de la explicitación de la evidencia nos permiten pensar en un posible diálogo entre ambos. Dicho diálogo nos da tanto la posibilidad de tratar las inversiones axiológicas de relevancia ética, que decantan en una subordinación del valor de la persona frente a otros valores, como la posibilidad de pensar, desde nuestros autores, la importancia actual de una antropología filosófica de orientación fenomenológica.