"A veces para crear, uno debe primero destruir" : la estética de lo orgánico en el cine : cambios y continuidades del universo que comparten Alien y Prometheus de Ridley Scott
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Abstract
El cine siempre me hipnotiza. Desde pequeña tuve una enorme facilidad para
entregarme a la convención y dejarme llevar por aquello que veo en la pantalla, sin
mayores pretensiones. Tal vez es un hábito heredado de mi abuela, a quien le
encantaban las películas del cine de oro mexicano, o heredado de mis padres, que eran
asiduos al cine de desastre de los setenta y al cine de terror. En realidad, es difícil saber.
Lo único seguro es que lo disfruto mucho.
Mi gusto por el terror y la ciencia ficción empezó temprano. Cuando nació mi hermana
menor, mi mamá me regaló un televisor de 9 pulgadas, pequeñísimo, en el que podía
ver la programación hasta muy tarde. Siempre sintonizaba Última función del canal 2.
Obviamente, no tenía permitido ver televisión hasta tarde, pero ¿Quién se iba a dar
cuenta?. En teoría, yo estaba “bien dormida”. Mi mamá me acostaba a las 8 de la noche.
Aquella Última función empezaba a la medianoche. La matemática en este caso es
bastante simple.