dc.description.abstract | Como sucede con varias características del castellano andino, el caso de dice se ha convertido
en un tópico en la literatura sobre esta variedad lingüística. Ya en Variaciones sociolingüísticas del
castellano en el Perú, Alberto Escobar presentaba los resultados de una encuesta aplicada en ocho
de las nueve regiones educativas peruanas, que tuvo como objetivo sondear la productividad
de los principales rasgos del castellano andino descritos hasta entonces. Dice estaba
considerado allí, subsumido junto con diciendo y descrito de la siguiente manera:
La adición final de una forma del verbo decir que funciona como elemento
narrativo: Extrañaba a su marido, dice; No sé dónde está mi marido, diciendo (Escobar,
1978: 109).
Al momento de especificar los resultados de la encuesta, Escobar solo señala el “uso normal”
de estos elementos en la región educativa conformada por Tumbes, Piura, Lambayeque, parte
de Cajamarca y Amazonas, y extrañamente, no reporta su empleo en las demás regiones
educativas peruanas. Por otra parte, el autor solo toma en cuenta las ocurrencias de dice y
diciendo al final de la frase, lo cual, como veremos, brinda una visión parcial de los hechos en el
caso de dice. Además, caracteriza ambos elementos como narrativos, sin mayor especificación
acerca del sentido en que está usando este término, pero a juzgar por sus ejemplos, narrativo
parece querer decir en este pasaje ‘de uso frecuente en narraciones’, una manera demasiado
laxa de usar el concepto de narratividad. Por otro lado, la caracterización es insuficiente, pues
tanto dice como diciendo pueden aparecer en géneros discursivos distintos de la narración.
Al margen de estos problemas, quiero resaltar el hecho de que tanto dice como diciendo aparecen
identificados como elementos característicos del castellano andino desde mediados de los años
setenta, en una obra que bien podría considerarse como fundacional en el estudio de esta
variedad lingüística. Un punto importante del planteamiento de Escobar es la idea de que las
formas dice y diciendo constituyen dos manifestaciones del mismo fenómeno; a saber, una serie
de formas derivadas del verbo decir que en castellano andino funcionarían como “elementos
narrativos”. El subsumir ambas formas dentro de una misma categoría constituye una opción
que, como veremos, se mantendrá en la literatura hasta años recientes. En contraste, en este
trabajo parto por sostener, a partir de una sugerencia de Anna María Escobar (2001), que
diciendo y dice son elementos lingüísticos distintos: mientras que el primero se puede describir
como citativo en la medida en que siempre enmarca una cita directa,1 el dice que aparece en
Extrañaba a su marido, dice se puede caracterizar como reportativo —y de hecho, así se lo ha
llamado en la literatura— en la medida en que está refiriendo el discurso de otro (u otros) sin
citarlo(s) directamente y, crucialmente, sin especificar la identidad de la fuente. La distinción
semántica principal entre ambos elementos reside en que en el primer caso, el agente del decir
se encuentra identificado, mientras que en el segundo no. En No sé dónde está mi marido, diciendo,
el agente del decir es el propio sujeto citado, aquel que ha dicho “No sé dónde está mi
marido”, mientras que en Extrañaba a su marido, dice, el agente del decir no se encuentra
identificado: se trata de una o más personas —distintas del hablante— que han dicho de otro
sujeto que extrañaba a su marido.2 Por esta razón, parto en esta introducción por postular una
distinción básica entre la forma diciendo y la que constituye el objeto inicial de este estudio: el
dice reportativo. | es_ES |