Los Estados fallidos y la construcción de Estados: entre el altruismo y el imperialismo.
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Abstract
El tema de los Estados fallidos es una cuestión de singular actualidad, tal como lo señala Patrick Stewart1, los últimos 20 años —bautizados con el anodino calificativo de la era post Guerra Fría— podrían igualmente ser conocidos como la era de los Estados Fallidos. Tras décadas de enfrentamiento con el poder soviético, sucesivas administraciones estadounidenses se vieron de repente enredadas en la plaga de problemas de los países más disfuncionales del planeta. Aunque persiste la competencia ente las grandes potencias, son a menudo los casos desesperados del mundo
—de Somalia a Afganistán, de Haití a Liberia, de Pakistán a Yemen— quienes dominan la agenda de política exterior de EE UU. Esta tendencia comenzó a principios de los 90, cuando una numerosa oleada de colapsos de Estados y violencia interna —incluyendo, aunque desde luego no únicamente, los episodios de genocidio en la antigua Yugoslavia y Ruanda— parecieron anunciar un nuevo desorden mundial.