Abstract
En varias entidades del Estado existe aún la cultura del secretismo. Para desterrarla,
debemos ejercer uno de nuestros derechos humanos, el derecho a acceder a información pública.
Éste nos permitirá hacer que la gestión estatal sea mucho más transparente. Si realizamos pedidos
de información con su respectivo seguimiento, ayudaremos a que las entidades consideren este
tema como prioritario.