Departamento Académico de Comunicaciones

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El Departamento Académico de Comunicaciones de la Pontificia Universidad Católica del Perú fue creado el 14 de mayo de 1997. Su labor se inició con la formación del equipo docente para la Facultad de Ciencias y Artes de la Comunicación y el desarrollo de un equipo de investigadores en comunicaciones, que integraran tanto la reflexión especializada como la producción de piezas de comunicación en atención permanente al cambiante medio profesional. En la actualidad cuenta con cerca de 200 docentes que atienden diversas tareas de enseñanza e investigación.
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    Historias que merecen contarse. Beca 18
    (Pontificia Universidad Católica del Perú. Dirección de Gestión de la Investigación (DGI), 2020) Rodríguez González, Yolanda; Morey Gamarra, Felipe
    El programa Beca 18 fue creado en el año 2011, junto con el Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) a cargo de su implementación. El objetivo de Beca 18 es el de contribuir a la inclusión social mediante la promoción del acceso, permanencia y culminación de la educación superior de jóvenes provenientes de hogares en situación de pobreza y pobreza extrema que han tenido un buen desempeño escolar. Beca18 financia los estudios de una carrera universitaria o técnica mediante la transferencia de recursos a las instituciones educativas –mayormente privadas- por derechos académicos y a través de la entrega de un estipendio mensual a los y las estudiantes para gastos de alojamiento y alimentación. El programa ha crecido rápidamente alcanzando varias decenas de miles de jóvenes, hombres y mujeres que en su gran mayoría migra a Lima para iniciar estudios superiores. Dado que en el Perú la pobreza está estrechamente vinculada con la ruralidad, la etnicidad y la lengua materna, Beca 18 posibilita que una población significativa de jóvenes de procedencia y características socio culturales diferentes a las del promedio de la población universitaria en el país, predominantemente urbana de clase media, conforme hoy parte del paisaje humano de los campus de universidades privadas de prestigio y de elite. Las y los estudiantes becarios migrantes son adolescentes que se alejan de su familia por primera vez por prolongados periodos de tiempo, viven solos, deben administrar un estipendio, buscar dónde vivir, alimentarse y cuidar de su salud, sin acompañamiento parental cercano. Deben, al mismo tiempo, aprender las nuevas reglas de la vida académica y de la vida social en los campus universitarios, con sus normas implícitas y explícitas. Los agentes universitarios, por su parte, esperan que ellos se adapten, asimilen las normas y las formas de ser universitario. Para los y las becarias la meta es culminar los estudios en el lapso de cinco años que tienen la beca. Esta dinámica implica una tensión permanente que configura la condición particular del estudiante becario, que lo diferencia de la mayoría de sus pares. Dicha condición es desconocida por la gran mayoría de las comunidades universitarias, primando también el preconcepto que lleva a ignorar no sólo las necesidades específicas de estos estudiantes, sino sus potencialidades y capacidades, así como sus dificultades, al igual que las estrategias que desarrollan para crear sus propias formas de ser universitarios, absorbiendo en su beneficio y de sus familias lo mejor de la universidad y de las oportunidades que ésta les ofrece. Con estas inquietudes en mente iniciamos el año 2014 un proyecto de investigación cualitativo para conocer las trayectorias universitarias de becarios y becarias de Beca18 que migraron de diferentes regiones del Perú a Lima para seguir una carrera universitaria. El estudio nos permitió acompañar esas trayectorias a lo largo de cinco años, durante los que hicimos entrevistas en profundidad a los y las estudiantes, así como a sus padres y madres, profesores/profesoras, tutores/tutoras y personal administrativo de sus respectivas universidades, al igual que a colegas de estudios. Finalmente, recogimos información mediante una encuesta nacional aplicada a becarios y becarias. Así, mediante la información recogida, hemos podido conocer las dificultades iniciales de adaptación al medio universitario, las estrategias que desplegaron para afrontar la demanda académica y las redes de soporte académico, afectivo y emocional, así como los aprendizajes logrados en su paso por la universidad. En estos recorridos han descubierto sus fortalezas y vocaciones, han desarrollado capacidades nuevas, han dialogado con otras formas de ser universitarios construyendo sus propios caminos, proyectándose como profesionales que ansían contribuir al desarrollo de sus comunidades con todo lo aprendido. Esta Historieta habla de esas trayectorias tan valiosas que merecen contarse. Contarse a jóvenes que inician este camino como becarios y becarias de Beca 18; contarse también a diferentes agentes universitarios – docentes, administrativos y estudiantes-, para que descubran las oportunidades que la diversidad cultural trae a la universidad; oportunidades para enriquecer los aprendizajes y la enseñanza, así como la investigación y la responsabilidad social universitaria.