Los trabajos de memoria están en la capacidad de compensar y fomentar el activismo político-cultural, sostiene Marianne Hirsch. En este marco se sitúa la novela testimonial En estado de memoria (2008) de la escritora argentina Tununa Mercado. En ella, la narración íntima del sujeto exiliado da cuenta de la experiencia del “yo” fragmentado a consecuencia de la violencia política y el desarraigo. Así, se revela lo singular y persistente del trauma. El trabajo explora cómo la novela logra este develamiento a través de un correlato entre la imposibilidad de sanar por medio de la psiquiatría ortodoxa e impersonal, y una crítica al nacionalismo argentino que habría invisibilizado y “mal-tratado” las escisiones de la post dictadura.
El trabajo analiza cuál es la poética bajo la que se articula El hijo que perdí (2018) de Ana Izquierdo Vásquez. Este testimonio autobiográfico elabora el duelo ante la pérdida del hijo suicida. Se estudia cómo la autora construye a las dos figuras centrales del testimonio: al hijo perdido y a la madre doliente, estructurando una fantasía del hijo ídolo, así como una maternidad agónica y desdoblada respectivamente. El estudio propone que la autora parte de una poética que apuesta por el desborde intimista y que concibe a la literatura, más que como un fin en sí mismo o un oficio, como un medio terapéutico para forjar la confesión catártica.