(Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 2007) Bobba, María Elvira; Minetti, Juan Leonidas
La principal fuente de vapor de agua del sistema climático terrestre se encuentra en las superficies oceánicas. Las aguas cálidas favorecen los procesos de evaporación y ascensos de aire, mientras que con las frías decrece este proceso y el aire superficial se estratifica. Numerosas investigaciones se realizaron para demostrar la importancia de la interacción atmósfera-océano en la generación de fluctuaciones atmosféricas que darían lugar a períodos de lluvias o sequías sobre los continentes.Por su posición geográfica el Noroeste Argentino (NOA) se encuentra más cerca del océano Pacífico que del Atlántico. Sin embargo, recibe de este último el principal aporte de vapor de agua, pues la configuración del relieve no ofrece obstáculos para la llegada del mismo a la región; en cambio está aislada del océano Pacífico por la Cordillera de los Andes Occidentales, que a esta latitud muestra una configuración compacta. Una impronta de la región del NOA es la presencia de cordones montañosos, que influyen en forma decisiva en el clima regional, específicamente en la distribución espacial de las precipitaciones. Uno de los papeles que les toca desempeñar es el de inducir a las masas de aire a elevarse por efecto orográfico, obligándolas a ascender.En este trabajo se quiere averiguar la influencia que ejercen sobre la variación de las precipitaciones, en una región mediterránea como la del NOA, las fluctuaciones térmicas de lasaguas superficiales de los flancos oceánicos atlántico y pacífico. Fueron utilizados datos mensuales de las anomalías térmicas de las estaciones costeras: Lima, Río de Janeiro y Río Gallegos como indicadoras de las temperaturas del mar adyacente, correspondiente al período 1951-1980. También se consideró el índice de sequía regional para igual período.Fueron empleados análisis de contingencia y correlación para cada mes del año, del mes consigo mismo (diagnóstico) y seis meses hacia atrás (pronóstico) entre el índice de sequía del NOA (IS) con los índices térmicos del borde continental pacífico y atlántico, este último en dos latitudes, tropical y subpolar.Se ha encontrado que las sequías regionales del NOA se relacionan preferentemente con anomalías térmicas negativas de las aguas oceánicas costeras.