(Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 2003) Kahhat, Farid
Desde la perspectiva de la historiografía académica, el estudio de las narrativas nacio-nales se parece más al recuento antropológico de mitos fundacionales que al oficio propio de un historiador. No solo por lo que, en sentido estricto, hay de mítico dentro de ellas (como aquel prócer nacional de algún país de Europa del este, cuya presencia entre los mortales no consta en ninguna fuente historiográfica según Eric Hobsbawm), sino además porque, insertos en la trama de narrativas nacionales contrapuestas, los mismos hechos adquieren significados diametralmente opuestos entre sí. No existe duda, por ejemplo, sobre la identidad del sujeto que asesinó al heredero del trono austro-húngaro en Sarajevo en 1914. Tampoco cabe duda alguna sobre la relevancia histórica de aquel magnicidio. Sin embargo, mientras en los libros de historia serbios aquel individuo es considerado un romántico y un patriota, los libros de historia croatas lo describen como un psicópata febril, aquejado de un fanatismo homicida.