Areté. Vol. 26 Núm. 2 (2014)

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Tabla de Contenido
Artículos
  • Política, dieta y salud: el análogon médico en la Carta VII Cano Cuenca, Jorge; 187-205
  • ¿Dios ha muerto? La frase nietzscheana sobre la “muerte de Dios” y la vitalidad de los monoteísmos en la Modernidad Uhde, Bernhard; 207-228
  • Algunas consideraciones sobre el rol de la sección “El derecho privado” de la Doctrina del derecho en la filosofía kantiana del Estado Tomassini, Fiorella; 229-246
  • Conciencia del tiempo y experiencias temporales: Un estudio acerca de los límites explicativos de las Lecciones de fenomenología de la conciencia interna del tiempo de Edmund Husserl Kretschel, Verónica; 247-272
  • Aportes para una interpretación de la estructura del Dasein de acuerdo a su carácter bidimensional Basso Monteverde, Leticia; 273-293
  • Universalismo vs. relativismo. La fundamentación fenomenológica de la ética según Scheler Chu García, Mariana; 295-312

    • Documentos
  • Autorreflexión y educación de las emociones para la democracia. Entrevista a Martha Nussbaum Modzelewski, Helena; 315-333

    • Reseñas
  • Jesús Padilla Gálvez y Margit Gaffal (eds.): Formas de vida y juegos de lenguaje, Madrid: Plaza y Valdés, 2013, 268 pp. Lastres Dammert, Pamela; 337-341

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      Dación y alteridad
      (Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 2002) Mensch, James
      Uno de los problemas más difíciles que la fenomenología aborda es el misterio de la manera como nos mostramos. ¿Cómo nos mostramos a nosotros mismos de modo que seamos lo que somos? ¿Cómo manifestamos nuestra mismidad unos a otros? En este artículo examino qué intención tenemoscuando dirigimos nuestra mismidad a otra persona. Asimismo, me ocupo de qué clase de realización, i.e. qué clase de dación satisface esta intención. Sostengo que actuar intencionalmente en relación con otra persona es actuar intencionalmente en relación con un otro que excede nuestras intenciones. En ese sentido, el develamiento que hace manifiesta la presenciadel otro es una suerte de dación excesiva. Es una dación que nos hace tomar conciencia de que lo que se está dando supera aquello que podemos formular en nuestras intenciones. Esta toma de conciencia nos señala la libertad del otro. Se trata también de una toma de conciencia moral. Concluyo sosteniendo que tomar conciencia de este tipo de daciónes nuestro acceso a la moralidad.