(Pontificia Universidad Católica del Perú. Fondo Editorial, 1995) Costa, Gino
Este artículo analiza la evolución de las misiones de paz de Naciones Unidas y su creciente involucramiento en la solución de conflictos de carácter interno. De estas experiencias, la de El Salvador ha sido la primera y, hasta el momento, la más exitosa. A la Organización le correspondió no sólo la tradicional función de mantener la paz entre dos partes beligerantes una vez acordado el cese de fuego, sino la de establecer la paz, a través de la mediación del Secretario General. Más importante aún, le correspondió verificar, facilitar y apoyar el cumplimiento de una variada, rica y compleja gama de Acuerdos de Paz destinados no sólo a acabar con la guerra civil que afectó a ese país por más de una década, sino a construir la paz, esto es a desarrollar las condiciones e instituciones que impidieran el reinicio de la guerra. A este respecto, la reforma institucional más radical y ambiciosa fue la referida a la seguridad pública. Tanto las tareas de mantenimiento como de construcción de la paz recayeron en la Misión de Observadores de Naciones Unidas para El Salvador (ONUSAL), cuyo desempeño en el cumplimiento de los Acuerdos de Paz y en particular en la reforma policial, se analizan a continuación.