Abstract
Hay una relación simétrica entre el desarrollo y prosperidad de los pueblos y la excelencia de su sistema educativo. En ese sistema las universidades no necesariamente son lo más importante, pero sí cumplen un rol esencial, pues tienen a su cargo la
formación de los futuros profesionales. Por el valor del producto que tienen entre manos, que es la sociedad misma y su calidad moral e intelectual, las universidades deberían estar entre las instituciones más delicadamente cuidadas de un país.