La arquitectura como medio de empoderamiento cívico
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Fecha
2023-12-30
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Editor
Pontificia Universidad Católica del Perú
Resumen
In Peru there are 48 native languages, 11 ecological regions, 84 of the 117 different «life zones» in the world. Can architects operate from an active and participatory action with respect that strengthens the social habitat to combat inequality? If architecture is an art that generates spaces for better living, architects have the responsibility to understand and respect the territory and the people, to propose spaces that represent the culture and spirit of each place.However, in cities we live between physical walls that highlight inequalities and make visible the fear we have of others. In the peripheral areas and, even more, in the rural areas of the country, we contribute a system than abandon the most vulnerable communities. Faced with this scenario, we believe that the first wall we have to tear down is a wall in our minds, and this is only possible through equal access to education. For this reason, we are interested in educational architecture projects: the school, the first place after the home, where children can develop by learning in society.
En el Perú resisten 48 lenguas originarias, 11 regiones ecológicas, 84 de los 117 las diferentes «Zona de vida» en el mundo. ¿Podemos los arquitectos operar desde una acción activa y participativa con respeto y fortaleciendo el hábitat social y así combatir la desigualdad? Si la arquitectura es un arte que genera espacios para vivir mejor, los arquitectos tenemos la responsabilidad de conocer y respetar el territorio y a las personas, para proponer espacios que representen la cultura y el espíritu de cada lugar.Sin embargo, en las ciudades vivimos entre muros físicos que resaltan las desigualdades y visibilizan el miedo que tenemos al otro. En las zonas periféricas y, aún más, en las zonas rurales del país, contribuimos a un sistema que abandona a las comunidades más vulnerables. Frente a este escenario, es que pensamos que el primer muro que tenemos que derribar es el muro en nuestras mentes, y esto es posible sólo a través de un igualitario acceso a la educación. Por ello, nos interesamos en proyectos de arquitectura educativa: la escuela, el primer lugar después de la casa, en el que el niño se desarrolla aprendiendo en sociedad.
En el Perú resisten 48 lenguas originarias, 11 regiones ecológicas, 84 de los 117 las diferentes «Zona de vida» en el mundo. ¿Podemos los arquitectos operar desde una acción activa y participativa con respeto y fortaleciendo el hábitat social y así combatir la desigualdad? Si la arquitectura es un arte que genera espacios para vivir mejor, los arquitectos tenemos la responsabilidad de conocer y respetar el territorio y a las personas, para proponer espacios que representen la cultura y el espíritu de cada lugar.Sin embargo, en las ciudades vivimos entre muros físicos que resaltan las desigualdades y visibilizan el miedo que tenemos al otro. En las zonas periféricas y, aún más, en las zonas rurales del país, contribuimos a un sistema que abandona a las comunidades más vulnerables. Frente a este escenario, es que pensamos que el primer muro que tenemos que derribar es el muro en nuestras mentes, y esto es posible sólo a través de un igualitario acceso a la educación. Por ello, nos interesamos en proyectos de arquitectura educativa: la escuela, el primer lugar después de la casa, en el que el niño se desarrolla aprendiendo en sociedad.
Descripción
Palabras clave
Participatory architecture, Cooperation, Social habitat, Development, Local, Arquitectura participativa, Cooperación, Hábitat social, Desarrollo, Local
Citación
Colecciones
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