O ensino formal universitário tem considerado a etnobotânica?
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Date
2023Author
Quaresma, Miani Corrêa
Vieira, Eduardo Paiva de Pontes
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The term Ethno is conceptually used to refer to how subjects interpret, interact and relate to the world. In this sense, Ethnobotany is referred to as the study of human-plant relationships, and, in disciplinary terms, relatively new with regard to systematization with other sciences. For the teaching of biology, this can be analyzed as a curricular component, as a discipline or academic content, within the scope of constructed/developed subjects on ecology, botany and zoology, for example. In this way, the curricular matrices within this theme reflect pedagogical intentions in the classroom; in theory, these are rooted in the conception that the student's particularities, needs and life stories are essential for the construction of knowledge, thus being able to question or certify teaching practices, and, thus, build a significant scientific knowledge for students. In general terms, this research questions: Has formal university education considered ethnobotany? What dimensions of ethnobotany are or can be taught and what can we infer about it? As an empirical analysis, we analyzed the curricular matrices of the Licentiate in Biological Sciences course at the Federal University of Pará, in the disciplines of Living Beings and Environment - 102h (1st Period), Study of Natural Populations - 102h (3rd Period), Living Beings III: Plantae I - 68h (5th Period), Man and Environment - 102h (7th Period), Living Beings VI: Plantae II - 153h (9th Period) and Living Beings VIII - Plantae III - 102h (10th Period) ), as its contents include plants and social relations as issues to be developed. We used the theoretical framework of Michel Foucault, based on the concepts of statements (being these elements that allow us to say something about a certain object, attributing meaning in time and space, emerging according to the rules of discourse formation, therefore, in its singularity, in their space of action), discourses (as a set of conditions of existence, not being words distributed in sparse times, but that have historicity, such as a discontinuity and, in itself, a web of events that are linked to power relations ) and devices (defined as control mechanisms, such as regulatory decisions and guidelines, that maintain social control – the said as true). As a result, it is possible to state that ethnobotany is not described as a curricular element, subject or topic to be developed in the Licentiate in Biological Sciences course, either in disciplinary components of the matrices of disciplines whose title is the intersection of man - environment or of the specific about plants, such as what occurs in Plantae I, which has classification and taxonomic keys as a priority in its menu; Plantae II when it directs the contents to specific subjects, such as biological components; and, finally, Plantae III, whose scope is classification, systematic coordination, phytotaxonomy, taxonomic hierarchy, nomenclature, groups and categories of the plant kingdom. What we have are subjects focused on a taxonomic, classificatory and control reality of what can be said, planned for the practice of a (supposedly) licensed professional, but which in their statements refers to a discourse of professional practice in biological sciences. It is disregarded, in these terms, that the degree, especially in natural science courses, should encompass subjects, terminologies and themes that build the appreciation of knowledge in different categories, but this is found in a discursive order that does not include other forms of knowledge beyond the technical-scientific. We conclude that teaching must include knowledge specific to each segment, be it ethnic, popular and/or scientific, not with an antagonistic function to academic spaces, but as something that considers the identity, ethnicity and historical paths of different populations. El término Etno se utiliza conceptualmente para referirse a cómo los sujetos interpretan, interactúan y se relacionan con el mundo. En este sentido, se hace referencia a la Etnobotánica como el estudio de las relaciones hombre-planta y, en términos disciplinarios, relativamente nueva en cuanto a la sistematización con otras ciencias. Para la enseñanza de la biología, ésta puede ser analizada como componente curricular, como disciplina o contenido académico, en el ámbito de materias construidas/desarrolladas sobre ecología, botánica y zoología, por ejemplo. De esta manera, las matrices curriculares dentro de esta temática reflejan intenciones pedagógicas en el aula; en teoría, estos tienen sus raíces en la concepción de que las particularidades, necesidades e historias de vida del estudiante son esenciales para la construcción del conocimiento, pudiendo así cuestionar o certificar las prácticas docentes, y, así, construir un conocimiento científico significativo para los estudiantes. En términos generales, esta investigación cuestiona: ¿La educación universitaria formal ha considerado la etnobotánica? ¿Qué dimensiones de la etnobotánica se enseñan o se pueden enseñar y qué podemos inferir al respecto? Como análisis empírico, analizamos las matrices curriculares de la Licenciatura en Ciencias Biológicas de la Universidad Federal de Pará, en las disciplinas Seres Vivos y Medio Ambiente - 102h (1er Período), Estudio de las Poblaciones Naturales - 102h (3er Período), Seres Vivos III: Plantae I - 68h (5º Periodo), Hombre y Medio Ambiente - 102h (7º Periodo), Seres Vivos VI: Plantae II - 153h (9º Periodo) y Seres Vivos VIII - Plantae III - 102h (10º Periodo), como su los contenidos incluyen las plantas y las relaciones sociales como temas a desarrollar. Utilizamos el marco teórico de Michel Foucault, basado en los conceptos de enunciados (siendo estos elementos los que nos permiten decir algo sobre un determinado objeto, atribuyéndole significado en el tiempo y en el espacio, emergiendo según las reglas de formación del discurso, por tanto, en su singularidad, en su espacio de acción), los discursos (como conjunto de condiciones de existencia, no siendo palabras distribuidas en tiempos escasos, sino que tienen historicidad, como una discontinuidad y, en sí misma, una trama de acontecimientos que se vinculan al poder relaciones) y dispositivos (definidos como mecanismos de control, tales como decisiones regulatorias y lineamientos, que mantienen el control social – lo dicho como cierto). Como resultado, es posible afirmar que la etnobotánica no se describe como elemento curricular, asignatura o tema a desarrollar en la carrera de Licenciatura en Ciencias Biológicas, ni en componentes disciplinares de las matrices de disciplinas cuyo título es la intersección del hombre - medioambiente o de lo específico sobre las plantas, como ocurre en Plantae I, que tiene como prioridad en su menú claves clasificatorias y taxonómicas; Plantae II cuando dirige los contenidos a temas específicos, como componentes biológicos; y, finalmente, Plantae III, cuyo ámbito es la clasificación, coordinación sistemática, fitotaxonomía, jerarquía taxonómica, nomenclatura, grupos y categorías del reino vegetal. Lo que tenemos son sujetos centrados en una realidad taxonómica, clasificatoria y de control de lo que se puede decir, prevista para el ejercicio de un (supuestamente) licenciado profesional, pero que en sus enunciados remite a un discurso de ejercicio profesional en ciencias biológicas. Se descarta, en estos términos, que la carrera, especialmente en los cursos de ciencias naturales, deba abarcar materias, terminologías y temas que construyan la apreciación del conocimiento en diferentes categorías, pero esto se encuentra en un orden discursivo que no incluye otras formas de conocimiento más allá de lo técnico-científico. Concluimos que la enseñanza debe incluir saberes propios de cada segmento, ya sea étnico, popular y/o científico, no con una función antagónica a los espacios académicos, sino como algo que considere la identidad, etnicidad y trayectorias históricas de las distintas poblaciones.