Secreta unidad, epifanía y silencio. La ebriedad y el don en dos poemas de Claudio Rodríguez
Fuente
Nueve miradas sin dueño : ensayos sobre la modernidad y sus representaciones en la poesía hispanoamericana y españolaAbstract
Los treinta y ocho años que median entre la publicación de Don de la ebriedad (1953) y Casi una leyenda (1991) del poeta zamorano Claudia Rodríguez son más que suficientes para establecer, habida cuenta de la «secreta unidad» que subyace a una obra en su conjunto, sus complejos y sorprendentes vasos comunicantes. La revisión de los poemas que tiempo atrás escribiera el adolescente exaltado puede conducir al lector (y al autor en tanto lector) a un extrañamiento o, para emplear las palabras de Rodríguez, a «una carencia de familiaridad hacia ellos» (1981, 13). Pero aún si aceptamos los naturales cambios y modificaciones que se producen en la poética de un autor, es notable comprobar que en muchos casos la obra última es el resultado del ahondamiento y la profundización de sus preocupaciones iniciales. En el caso particular de la obra de Claudia Rodríguez el diálogo que establece el poema I de Don de la ebriedad (libro escrito entre los diecisiete y veinte años) con el poema «Un brindis por el seis de enero» (publicado cuando el poeta tenía cincuenta y ocho) resulta revelador para establecer las condiciones en que se ahonda y modifica su poética.
Descripción
Páginas [171]-[185]