dc.description.abstract | En su interesante trabajo, Javier Vidal construye, analiza y refuta una serie de argumentos, que califica de modo general como psicologistas, a favor de la posibilidad de pensar sinsentidos. El contexto general lo establece la tesis tractariana de que no es posible pensar sinsentidos, a la que me referiré como Tesis de la Composicionalidad de los SinSentidos para el Pensamiento (TCSS-P): Si la secuencia de signos (escrita u oral) p no tiene sentido, es decir, si no expresa ninguna proposición, entonces «A piensa que p» tampoco. Puesto que según el Tractatus, las aparentes afirmaciones metafísicas son en realidad sinsentidos, esta tesis se aplica a ellas y por tanto no es posible tener «pensamientos metafíscos». Quien no quiera aceptar esta consecuencia, dice Vidal, parece tener alguna salida si está dispuesto a explotar la dimensión subjetiva del pensamiento, y califica de psicologista esta estrategia. Sin embargo, nos dice el autor, cabe una jugada psicologista, consistente en explotar la dimensión subjetiva del pensamiento: esto es, apoyarse en la distinción entre lo subjetivo y objetivo para tratar de indentificar un acto de pensar como tal acto de pensar con independencia de la naturaleza del contenido pensado. Si ello fuera posible, continúa, podríamos decir que alguien está inmerso en un acto de pensar con independencia de la naturaleza, inteligible o no, de lo que estuviera pensando y, por tanto, en el supuesto de que no fuera inteligible, podríamos decir que estaba pensando un sinsentido. | es_ES |