Informe sobre el caso Damián Gallardo Martínez y otros c. México ante el Comité contra la Tortura de la Organización de las Naciones Unidas: La tortura utilizada como un instrumento de represión y mordaza a las personas defensoras de derechos humanos
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Abstract
La situación de las personas defensoras de derechos humanos en América Latina es alarmante puesto que
es la región en donde se ha registrado el mayor número de personas defensoras asesinadas (933 asesinatos)
en el periodo de 2015-2019 de acuerdo al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos
Humanos.1 La situación para las personas defensoras de derechos humanos en el Estado de México no se
encuentra alejada de la realidad latinoamericana, es el caso del Sr. Damián Gallardo Martínez quien, el 18
de mayo de 2013, fue detenido arbitrariamente por agentes de la Policía Federal mientras se encontraba en
su domicilio. Este fue el inicio de más de cinco años en los cuales el Sr. Gallardo fue víctima de actos de
tortura por parte de agentes del Estado mientras transcurría su reclusión en un penal de máxima seguridad.
El Sr. Gallardo y sus familiares son personas indígenas, y él es un defensor de derechos humanos que venia
promoviendo la defensa del derecho a la educación de los pueblos indígenas. Ante la represión y
criminalización, el Sr. Gallardo Martínez presentó una denuncia ante el Comité de las Naciones Unidas
contra la Tortura (CAT por sus siglas en inglés) por las violaciones a la Convención contra la Tortura y
Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (Convención contra la Tortura en adelante). Luego
del examen de forma y de fondo, el CAT declaró la responsabilidad internacional del Estado de México
por haber violado los derechos de Damián Gallardo Martínez previstos en los artículos 1, 2, 11, 12, 13, 14
y 15 de la Convención contra la Tortura.