dc.description.abstract | ¿Y por qué no habría de leerlo? En el caso particular de Marx, ha habido a lo largo del tiempo, y hay aún, tanto discurso anti-Marx y también antimarxista que, entre todos los autores tratados en este libro, la pregunta respecto de Marx resulta ser paradigmática. Suelo decir a mis alumnos, cuando estudiamos a Marx, que es precisamente ahora el momento de leerlo con seriedad, con pasión, pero sin fundamentalismos a favor o en contra. Ya no es el dios de la verdad ni el demonio causante de todos los males de la humanidad; ni el profeta, ni el enemigo. Como reza el título de un magnífico libro de Norberto Bobbio, hoy día nos toca leer a Marx «ni con Marx ni contra Marx», sin marxolatría ni marxofobia. Creo que se puede, se debe, leer a este autor sin ser marxista ni anti-marxista. Pero, como dice Derrida, tampoco es cuestión de utilizar a Marx «a fin de neutralizar el imperativo político en la tranquila exégesis de una obra archivada».2 No se trata, dice provocadoramente el filósofo francés, de simplemente hacer figurar a Marx en el gran canon de la filosofía política occidental; él se propone hacer «todo lo posible por evitar la anestesia neutralizante de un nuevo teoricismo»3 que le quite al pensamiento de Marx su fuerza crítica y su afán transformador. | es_ES |