Plan estratégico de Cusco
Date
2022-10-26Author
Olivera Quispe, Kelly
Quiroz Cáriga, Juana Rosa Victorio
Reátegui Reátegui, Jorge
Vega Bustamante, Omar Erick
Castañeda Salas, Weyder Antonio
Coico Monroy, Carlos Enrique
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Abstract
Durante el año 2009 la economía peruana enfrentó una serie de desafíos,
derivados de la crisis financiera internacional que generó la recesión global más
profunda desde la postguerra. Finalizado el año 2009, la economía mundial
registró en sesenta años una caída en el nivel de actividad al primer trimestre del
año de 7% de la producción global. El Perú no siendo ajeno a esta realidad
implantó medidas con el fin de contrarrestar la desaceleración de la demanda
interna privada y externa, reduciendo la tasa de interés de referencia de 6.5% en
enero a 1.25% en agosto, proveyendo liquidez al mercado, entre otras medidas
que buscaron mitigar el impacto en el país. Entre los años 2001 y 2007 Cusco creció casi un 9% (al 2008 baja el promedio a 6.7%), en los sectores de hidrocarburos y minería (el Gas de
Camiseta y los minerales de Tintaya justifican este ascenso). La pesca, que a pesar de ser una actividad muy pequeña se intensifican de manera muy importante; la
construcción también ha crecido significativamente: el influjo de las obras en
torno al gaseoducto de Camisea, el incremento de las obras públicas por la mayor
disposición del canon y la mayor demanda local gracias al crecimiento de la
economía van a la par con el crecimiento en la demanda de los servicios de
energía eléctrica y agua potable. Por otro lado, las actividades vinculadas con el
turismo como hoteles, restaurantes, transportes y comunicaciones no lo hicieron
de manera significativa (Ministerio de Agricultura [MINAG], 2008). También las
actividades más vinculadas con el mercado interno, manufactura, agricultura,
ganadería y comercio, han crecido en menor proporción, lo que ratifica la poca
capacidad de arrastre económico que tienen las actividades de explotación minera
en su entorno regional.