“Otra vez sales de mí, pequeño, mi sufriente”: la recuperación del cuerpo y discurso de la mater dolorosa en Lo que no tiene nombre, de Piedad Bonnett
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Abstract
La presente tesis buscar reconocer a Lo que no tiene nombre (2013), relato autobiográfico de
Piedad Bonnett que narra el suicidio de su hijo menor, como producto estético que trasciende
la catarsis doliente. Para ello, argumento que la coincidencia estructural entre la elaboración
del duelo materno y el ejercicio literario refuerzan el carácter indivisible de los dos roles del yo
narrativo, el de la madre y el de la artista. Esta dualidad se manifiesta mediante el uso de
estrategias narrativas que convocan la experiencia íntima del dolor materno: repetición de
citas intertextuales y paratextuales, empleo de metáforas y de tópicos recurrentes, y la
autorreferencia poética. Así, una lectura detallada desde esta perspectiva me permite
sostener que Bonnett emplea el motivo cultural de la mater dolorosa como estrategia de
autoafirmación en beneficio de dos trabajos, el del duelo y el del lenguaje, ambos dirigidos
hacia la reconfiguración de su subjetividad. Considerando, entonces, la propuesta teórica de
Julia Kristeva sobre este arquetipo materno, demuestro que Bonnett lo resemantiza al
apropiarse artísticamente de su corporalidad y discurso sufrientes. De este modo, concluyo
que la mater dolorosa representada encuentra en su identidad artística un intento de rondar
la “desgarradura” materna, símbolo central de Lo que no tiene nombre, sin cicatrizarla. Esta
recurrencia se expresa en la repetición de tópicos corporales que aluden al carácter físico del
duelo, sobre todo, de su “primer tiempo” (Bauab 2000), y de la experiencia vital. Demuestro,
además, que Bonnett establece una “poética de la alteridad”, estructuralmente “política”
(Rancière 1996), que se entreteje con la rememoración crítica de dos experiencias del dolor
ajeno: el adjudicado a su hijo Daniel, siempre simbolizado como artista, enfermo y suicida, y
aquel referido a un dolor social endémico, vinculado con la estigmatización del enfermo mental
y del suicidio, y el rechazo del fracaso en una sociedad orientada hacia la autorrealización
obligada.