Estrés parental y anemia en niños de 6 a 49 meses en Pachacámac
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Abstract
El presente estudio exploró la asociación entre el estrés parental y la anemia infantil en madres de niños de 6 a 59 meses, que acudían al Servicio de Crecimiento y Desarrollo del Niño. Sesenta y una madres respondieron el cuestionario Índice de estrés parental/Versión corta (PSI-SF, por su sigla en inglés) (Abidin, 1995), y se obtuvo información del nivel de hemoglobina de sus hijos a partir de las historias clínicas. La anemia en los niños resultó independiente del estrés parental de sus madres. Los niveles de estrés parental fueron normales entre las participantes; sin embargo, hubo una mayor percepción del distrés parental y menor percepción de las características difíciles de los niños en la muestra. El estrés parental estuvo asociado a tener más de un hijo. No se encontró que la anemia en los niños estuviera asociada a alguna variable sociodemográfica de la madre o característica del niño. Finalmente, se recomienda un modelo de intervención de promoción de la salud para mejorar la alimentación de los niños, que fomente el empoderamiento y la autoeficacia en las madres. El presente estudio exploró la asociación entre el estrés parental y la anemia infantil en madres de niños de 6 a 59 meses, que acudían al Servicio de Crecimiento y Desarrollo del Niño. Sesenta y una madres respondieron el cuestionario Índice de estrés parental/Versión corta (PSI-SF, por su sigla en inglés) (Abidin, 1995), y se obtuvo información del nivel de hemoglobina de sus hijos a partir de las historias clínicas. La anemia en los niños resultó independiente del estrés parental de sus madres. Los niveles de estrés parental fueron normales entre las participantes; sin embargo, hubo una mayor percepción del distrés parental y menor percepción de las características difíciles de los niños en la muestra. El estrés parental estuvo asociado a tener más de un hijo. No se encontró que la anemia en los niños estuviera asociada a alguna variable sociodemográfica de la madre o característica del niño. Finalmente, se recomienda un modelo de intervención de promoción de la salud para mejorar la alimentación de los niños, que fomente el empoderamiento y la autoeficacia en las madres.