La Carta Democrática Interamericana: los supuestos que afectan la institucionalidad democrática y sus mecanismos de defensa
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Abstract
La Organización de Estados Americanos (en adelante, OEA), desde su creación en el
año 1948 ha tenido como una de sus piedras angulares al sistema democrático,
siendo el fortalecimiento de la democracia y promoción de la buena gobernabilidad
una de sus principales tareas.
No obstante, desde el nacimiento de la OEA han tenido lugar en distintos Estados
miembros crisis que afectaban a la democracia representativa. Como muestra de ello
están los golpes de Estado, como los sucedidos en Brasil (1964), Panamá (1968),
Chile (1973), Argentina (1976), Paraguay (1989), Honduras (2009), entre otros, o los
autogolpes, como el ocurrido en el Perú en el año 1992. A raíz de ello, durante las dos
últimas décadas la OEA ha creado instrumentos para responder a esta problemática,
tales como la Resolución de la Asamblea General AG/RES. 1080 (XXI-O/91), el
Protocolo de Washington y la Declaración de Quebec.
Sin embargo, todos estos instrumentos limitan la protección de la democracia a
impedir el derrocamiento de los gobiernos democráticamente electos, sin prever
aquellos casos en donde hay un paulatino quiebre de la misma a raíz de situaciones
que atentan contra supuestos tales como el ejercicio del poder con sujeción al estado
de derecho, la separación e independencia de los poderes públicos, el respeto por los
derechos humanos y la libertad de expresión y de prensa, entre otros, todo ello por
actos cometidos desde el propio Poder Ejecutivo.