Montañas múltiples y regímenes de muerte en el proyecto minero Tintaya-Antapaccay
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Abstract
La presente investigación explora los desencuentros ontológicos que surgen
entre los pobladores de Espinar afectados por el proyecto minero Tintaya-
Antapaccay a partir de formas diferentes pero relacionadas de construir
montañas. Para ello, basándome en mi experiencia de trabajo de campo en la
comunidad Campesina de Alto Huancané y el centro poblado de Yauri,
presentaré una serie de prácticas e interacciones por medio de las cuales las
montañas emergen conforme a distintas constituciones, relaciones y fuentes de
agencia. De acuerdo a estas diferencias las montañas pueden ser actores
políticos que intervienen en el conflicto o recursos pasivos que son explotados.
La primera parte de la investigación se centra en la multiplicidad de las montañas. Por un lado, cuando las montañas emergen como actores políticos, los pobladores de Espinar explican su animación a partir de la presencia de Satanás propagada en el mundo, su carácter de Apus y Chinchilicos, el legado de los incas y los gentiles; y por último, por cuestiones misteriosas que las personas argumentan no pueden ser explicadas por la ciencia. Por otra parte, cuando las montañas emergen como recursos pasivos, las personas las describen como compuestos químicos (metales) que se ven alterados por la actividad minera. Esto último cobra protagonismo cuando las personas en Espinar discuten sobre la contaminación. La segunda parte de la investigación trata de cómo los pobladores en Espinar denuncian estar siendo asesinados por la minería. Por un lado, las personas acusan a la empresa minera de trabajar con el demonio y convertir sus cuerpos en potenciales sacrificios humanos funcionales a la acumulación de capital. Por otra parte, las personas responsabilizan a la empresa y al Estado por la presencia nociva de metales pesados en sus cuerpos y el medio ambiente. Al movilizarse en defensa de sus vidas, las personas en Espinar argumentan ser acusadas por el Estado y los medios de comunicación de ser “terroristas”. Esta acusación contribuye a que sean considerados como seres cuya vida no es valiosa y que pueden ser asesinados.