Pensar la diferencia. Género, raza y etnicidad en representaciones asociadas al turismo en Cusco
Acceso a Texto completo
Abstract
Hoy en día Cusco recibe al año alrededor de tres millones de turistas, la mayoría de ellos extranjeros1; estos flujos han generado una serie de transformaciones a partir de su crecimiento después de la violencia interna tanto económicas como sociales. Por otra parte, en la región han existido históricamente debates sobre la identidad de sus habitantes y de los otros que han sido reflejados en la producción artística e intelectual y cuyos discursos entran en contacto con otros de nivel nacional e incluso procedentes del extranjero para formar un panorama discursivo en que elementos como la raza, la etnicidad y el género son construidos en tensión. Aquellos dos factores conforman el marco en que surge el personaje del brichero, quien es un seductor legendario de extranjeras y un fenómeno que parece al mismo tiempo solo una suerte de leyenda, pero que a la vez encuentra realidad en su uso acusatorio contra aquellos que frecuentan extranjeros o desean hacerlo. La investigación pretende entender cómo se conforma esta figura y cómo permite pensar la diferencia, tanto entre peruanos y extranjeros como entre los mismos connacionales, buscando dilucidar las maneras en que pone en evidencia las ideas que condensa, pero cómo también funciona oscureciendo otros matices, existiendo elementos de violencia de
género y racismo de ambos lados. Para ello se ha recurrido a análisis de textos
académicos y literarios en que las ideas sobre el brichero y aquellas que lo componen son reproducidas y a herramientas de trabajo etnográfico aplicadas en los ambientes comúnmente asociados a este fenómeno que permitan poner ambos elementos en relación. Se concluye que existen formas estables de representar al brichero, en que son reproducidos discursos que encuentran correlato en las realidades en que esta idea opera: La violencia contra las mujeres extranjeras, que la apreciación de las mujeres locales y foráneas se dé desde una voz masculina y heterosexual, discriminación de clase centrada en ciertos sectores y ocupaciones así como el mantenimiento de clasificaciones racializadas, varios de estos presentes en los debates que le sirven de marco. Ello ocurre pese a que dichos contextos en que la idea de brichero es utilizada no son similares a la representación del personaje. Pese a dicha diferencia, quienes son acusados de bricheros, al momento de contestar la clasificación, lo hacen desde aquella representación estereotipada. El mantenimiento de una construcción bien determinada de brichero junto a su uso en contextos disímiles genera que el fenómeno deba ser entendido de ambas maneras en simultáneo. Que la única característica que esté inevitablemente presente en todos los casos sea la interacción extranjero-local muestra que la clasificación racial es central pues es la que constituye como tal a cada parte.