El colectivo No a Keiko : alcances y límites de las nuevas formas de protesta gestadas en las redes sociales
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Abstract
Las lides políticas electorales de la última década nos presentan dos fuerzas políticas muy definidas: el fujimorismo y el anti-fujimorismo. El triunfo del anti-fujimorismo nos ha mostrado a su vez tres circunstancias singulares: el auge de los movimientos ciudadanos de protesta social que se originan y difunden por internet y las redes sociales; el paulatino deterioro del poder de convocatoria de los partidos políticos y, por último, la polarización del escenario político entre las dos fuerzas políticas ya mencionadas. En este contexto, el rol del colectivo No a Keiko ha sido determinante en los resultados electorales. ¿Cómo se puede explicar el éxito de un colectivo surgido a partir de coyunturas electorales? Es evidente que No a Keiko ha captado para su beneficio muchos factores que en medio de los dos procesos electorales han jugado a su favor. El desarrollo tecnológico vertiginoso desde la primera década del siglo XXI; específicamente el de internet y su masificación es uno de ellos, principalmente a través de las redes sociales; tanto así, que muchos estudios
aventuran la idea de que la política actual no puede desarrollarse sin estas redes. ¿Qué tanto ha aportado para la causa anti-fujimorista el desarrollo tecnológico? Pareciera que mucho, porque la gestación, difusión, convocatorias y adhesiones del y hacia el colectivo se han efectuado principalmente por esta vía. Por otro lado, otro factor preponderante en este éxito es la fuerza latente primero y evidente después, de un anti-fujimorismo a ultranza. No a Keiko solo ha tenido que activar reactivos para que esa fuerza fuera determinante en los resultados electorales de 2011 y 2016. El estudio de este colectivo ha permitido conocer de cerca al núcleo duro de activistas que lo lideran, encontrando no solo un variopinto conjunto de perfiles profesionales e ideológicos, sino también una fuerte identidad nucleada alrededor del rechazo al fujimorismo. Además, nos ha permitido conocer la manera en que la estrategia de exacerbar la memoria política en contra del fujimorismo ha redituado el éxito para este movimiento. Sin embargo, el estudio de No a Keiko implica también conocer sus objetivos en el mediano y largo plazo y con ello, sus debilidades y fragilidades en torno al escenario hacia el 2021. He ahí un rasgo que se debe considerar en No a Keiko: su fragilidad como colectivo en escenarios no electorales. Muestra de ello sus fallidas convocatorias contra la corrupción con sendos fracasos, sobre todo cuando a raíz de sus éxitos electorales, se consideraba que No a Keiko, tenía futuro en la política del país, lo cual no ocurrió porque la estructura basada en las redes sociales no es lo suficientemente fuerte para canalizar mayores objetivos políticos y porque lejos del anti-fujimorismo, la población no muestra mayores intenciones de protesta